Los arquitectos presentaron el concepto del edificio más alto de Nueva York, capaz de absorber carbono

La empresa de arquitectura Rescubika ha presentado el concepto de un rascacielos residencial "verde" en Roosevelt Island en Nueva York. El edificio empuja los límites de los métodos modernos de desarrollo sostenible y replantea la vida en el espacio urbano densamente poblado del futuro.

Las espectaculares imágenes demuestran la forma ondulada del rascacielos, cuya realización fue posible gracias al diseño paramétrico. El contorno del edificio es una abstracción de una planta de mandrágora humanoide, de ahí el nombre del proyecto: Mandrágora. Este motivo es cada vez más popular en la arquitectura sostenible. Es un ejemplo de biomimética-imitación o abstracción de procesos o formas naturales que se pueden encontrar en la naturaleza.

La biomimética se utiliza a menudo para lograr objetivos medibles en la arquitectura sostenible, inspirada en la efectividad de las plantas y los animales. En este caso, la biomimética tiene un significado conceptual más profundo. La analogía con la mandrágora y la forma resultante simbolizan la identidad cambiante del hombre y el mundo natural, así como la estrecha conexión entre nosotros y otros seres vivos.

Tal crítica al lugar que ocupamos en un entorno urbanizado es especialmente apropiada, ya que la torre fue diseñada como parte del proyecto "City of the Future", que prevé emisiones neutras en carbono en Nueva York para 2050. El concepto de sumidero de carbono Mandragora establece un nuevo objetivo para el desarrollo sostenible: el proyecto absorberá más carbono del que produce, lo que significa que las emisiones de carbono serán negativas. Entonces, ¿cómo se puede lograr esto?

Esto es posible si tomamos lo mejor de la arquitectura sostenible moderna, incluidas prácticas como los métodos modernos de calefacción/refrigeración pasiva para el aire acondicionado interior, una selección de materiales naturales y un gran número de plantas. Actualmente, el proyecto incluye 1.600 árboles y casi 30.000 metros cuadrados de paredes hechas de plantas vivas en 160 niveles.

Los creadores del proyecto van más allá del marco de la arquitectura sostenible moderna. Además de lograr objetivos técnicos o cuantificables relacionados con el carbono y el consumo de energía, el proyecto también implementa un concepto conocido como" sobriedad energética": exige un estilo de vida que deje menos huella de carbono.

El edificio se esfuerza por cumplir con los indicadores que son críticos para crear un rascacielos más responsable con el medio ambiente, y al mismo tiempo resuelve los problemas sociales que determinan cómo actuamos ante el cambio climático. Las soluciones de software dentro de esta misión incluyen las oficinas en el hogar, que deben fomentar el abandono de los desplazamientos en favor de trabajar desde casa.

En parte un nuevo enfoque, en parte un desafío a los estándares actuales de desarrollo sostenible, Mandragora muestra lo que podemos esperar de los edificios y ciudades respetuosos con el medio ambiente del futuro.