Radhika y Dudika Neik: El trágico destino de las siamesas que lamentablemente fueron separadas

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Los gemelos siameses nacen muy raramente: sólo un caso por cada 200 mil recién nacidos. En algunos casos se pueden separar quirúrgicamente, pero hay excepciones: por ejemplo, como en la situación de las hermanas Krivoshlyapov, cuando la cirugía es imposible. Los primeros intentos de separar a los gemelos comenzaron en el siglo XVII, pero el resultado depende en gran medida de las circunstancias específicas. Para Radika y Dudika Neik, la operación de 1902 fue la única esperanza de salvación, pero lamentablemente no tuvo éxito.

Radhika y Dudika Neik: El trágico destino de las siamesas que lamentablemente fueron separadas

En 1888, en el estado indio de Orissa (actualmente Odisha), nacieron dos niñas siamesas. Crecieron juntos en la zona abdominal, al igual que el famoso Chang y Eng Bunker. Normalmente los hindúes consideran que estos niños son un regalo de los dioses, pero esta vez las cosas resultaron diferentes. Los aldeanos se volvieron contra los niños especiales y exigieron su muerte o expulsión.

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El padre de las niñas estaba desesperado e incluso quiso separarlas él mismo, pero afortunadamente fue disuadido. La salvación vino de un monasterio hindú local. Los sacerdotes, al enterarse del problema, fueron a ver a los padres de los bebés y les ofrecieron hacerse cargo de ellos para criarlos. La familia no tuvo más remedio que aceptar la oferta. Como resultado, los gemelos siameses terminaron en el monasterio cuando sólo tenían unas pocas semanas de edad.

Los sacerdotes llamaron a las niñas Radika y Dudika. Hasta los cinco años vivieron entre monjes, quienes los trataron muy bien. En 1893, el famoso showman británico Colman visitó el estado de Orissa. Se enteró de los niños inusuales por los campesinos y fue inmediatamente al monasterio. Logró persuadir a los sacerdotes para que le vendieran las hermanas. Coleman llevó a Radika y Dudika a Londres, donde preparó documentos para ellas. Las niñas incluso recibieron un apellido inglés: Nake.

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Los contemporáneos recordaron que Coleman no ofendía a las niñas y las trataba como hijas. Actuaron en su circo, que realizó giras por toda Europa, pero no se puede decir que no tuvieran infancia. Radika y Dudika sólo tenían unas pocas actuaciones a la semana, por lo que tenían tiempo para descansar, jugar y estudiar.

Colman contrató una institutriz escocesa para las gemelas, quien enseñó a las niñas buenos modales y materias escolares. El padre adoptivo quería que los niños recibieran una buena educación y que, cuando crecieran, pudieran elegir su propio camino en la vida. Las niñas aprendían inglés y francés, sabían matemáticas y tocaban instrumentos musicales.

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Las hermanas y el Circo Coleman viajaron por toda Europa y fueron recibidos con alegría en todas partes. Sólo hacía falta que los gemelos aparecieran en el escenario para que el público inmediatamente estallase en aplausos. Pero las chicas no se detuvieron allí. Interpretaron números completos: bailaron danzas indias, tocaron instrumentos musicales y cantaron.

En 1902, cuando las niñas tenían diez años, se produjo el desastre. A Dudika le diagnosticaron tuberculosis. Los médicos le dijeron a Coleman que la enfermedad era incurable. Pero Radika aún tenía una oportunidad de salvarse: si lograba separar a las hermanas. La operación fue realizada por el famoso cirujano francés Eugène-Louis Doyen. Fue considerado uno de los mejores especialistas de su tiempo, aunque no había realizado operaciones de este tipo antes.

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Doyen era un partidario del progreso tecnológico y filmó la operación con una cámara de cine. Tituló la película "La separación de Doodica-Radica". La operación fue exitosa y las hermanas comenzaron a comer alimentos líquidos y a recuperarse. Pero el estado de Dudika, que padecía tuberculosis, empeoró repentinamente. La niña murió pronto de peritonitis.

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Parecía que Radika tenía una excelente oportunidad de tener una vida larga y feliz. Pero nadie tuvo en cuenta que, debido al sistema circulatorio compartido, el bacilo de la tuberculosis también entró en su organismo. Poco después, la niña, debilitada tras la operación, desarrolló síntomas de una peligrosa enfermedad. Los médicos lucharon por su vida durante 16 meses y su padre adoptivo no escatimó en gastos para conseguir las mejores medicinas. Pero a pesar de ello, Radika murió en un sanatorio parisino de tuberculosis en 1903, sobreviviendo a su hermana sólo 16 meses.

Radhika y Dudika Neik: El trágico destino de las siamesas que lamentablemente fueron separadas

La historia de Radika y Dudika Neik es un ejemplo trágico de cómo la medicina y la sociedad en el pasado enfrentaron desafíos éticos y científicos. Hoy en día, la tecnología ha avanzado mucho y las operaciones para separar a gemelos siameses se han vuelto mucho más exitosas. Pero quedan algunas dudas filosóficas: ¿siempre vale la pena intentar separar a estos niños si la operación conlleva enormes riesgos?

     

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